Cámara Nacional de la Mujer: innovación social y liderazgo con propósito
Cámara Nacional de la Mujer: Innovación social y liderazgo con propósito
Edgar Valenzuela impulsa desde México una red internacional de vinculación que utiliza la comunicación y la organización social como herramientas de transformación.
En una era donde la innovación ya no solo depende de la tecnología, sino también del propósito, el trabajo de Edgar Valenzuela se alza como un ejemplo de cómo el liderazgo humano puede reconfigurar la manera en que conectamos personas e instituciones.
Desde sus inicios como comunicólogo, mercadólogo y estratega de imagen, Edgar entendió que el verdadero cambio comienza con la representación. Así nació la Cámara Nacional de la Mujer, una entidad única en el mundo que se consolidó como un modelo de vinculación entre mujeres, empresas y causas sociales.
El proyecto comenzó como un reconocimiento: el Premio Nacional de la Mujer. Sin embargo, su impacto fue tan profundo que pronto se transformó en una organización que hoy tiene presencia en múltiples estados de México y en países como Colombia, donde ha encontrado una expansión natural.
Lo interesante del modelo que dirige Valenzuela es su estructura dinámica. Cada representación estatal trabaja en función de las necesidades locales, generando redes de apoyo, asesoría y capacitación. No se trata de asistencialismo, sino de empoderamiento con estrategia.
“Cada mujer tiene una historia distinta y nuestro trabajo es abrirle las puertas correctas”, explica Edgar. Bajo su liderazgo, la Cámara se ha convertido en un punto de encuentro para mujeres líderes, empresarias, emprendedoras, artistas y profesionales que buscan crecer en comunidad.
La expansión internacional demuestra cómo la digitalización también impulsa el impacto social. Gracias a los medios digitales, la Cámara Nacional de la Mujer se ha mantenido activa durante los últimos años, organizando eventos, tomas de protesta, conferencias y actividades híbridas que acercan el mensaje a miles de personas.
Edgar Valenzuela viaja constantemente a Colombia, país que considera su segunda casa. Allí ha visto crecer capítulos locales de la organización, replicando el espíritu mexicano de colaboración. “Hay una conexión natural entre ambos países; compartimos valores, cultura y un mismo deseo de superación”, afirma.
El futuro, según Valenzuela, está en la comunicación con propósito. La Cámara Nacional de la Mujer representa precisamente eso: una comunidad que innova en el tejido social, que integra la tecnología con la empatía y que busca fortalecer a la familia como núcleo esencial del progreso.
Porque el verdadero liderazgo no solo se mide en cifras, sino en el impacto que deja en las personas.
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